La diarrea se caracteriza por movimientos intestinales blandos y acuosos, siendo una afección habitual que muchas personas experimentan varias veces al año. Las bacterias son la principal causa de la diarrea, y si no se trata adecuadamente, puede llevar a una deshidratación severa. Aunque la diarrea puede tener diversas causas, generalmente desaparece en uno a tres días.
Cuando se sufre de diarrea, es posible sentir la necesidad urgente de ir al baño con mayor frecuencia de lo normal. Además, se pueden experimentar hinchazón, calambres abdominales bajos y náuseas. La diarrea puede provocar deshidratación cuando el cuerpo pierde demasiada agua y electrolitos, como el potasio y el magnesio, que desempeñan un papel vital en las funciones corporales. En algunos casos, la deshidratación puede conducir a insuficiencia renal, especialmente cuando los riñones no reciben suficiente sangre o líquido. Para reponer los fluidos perdidos durante un episodio de diarrea, es recomendable beber abundantes líquidos.