Quiste Pilonidal:​ Observados principalmente alrededor del pliegue glúteo superior, los quistes pilonidales pueden causar infecciones recurrentes. Pueden comenzar durante la adolescencia de una persona y durar hasta la edad adulta. La causa principal de estos quistes es el vello enquistado. Para eliminar el dolor y las infecciones, es necesario extirpar el vello y la pared del quiste. Para cubrir y cicatrizar la herida, se puede requerir un colgajo de piel para protección.

Quiste Mamario: Los quistes observados en la mama deben tratarse con el máximo cuidado. Existe la posibilidad de que estos quistes sean malignos. Se utiliza ecografía o resonancia magnética para el diagnóstico de quistes más pequeños. Por el contrario, los quistes más grandes son examinados por los departamentos de patología. Se requiere un control y análisis detallados para que estos quistes no se vuelvan cancerosos.

Quiste Ganglionar:​ Los sacos llenos de líquido que se observan cerca de los tobillos, pies, articulaciones de las manos, muñecas, codos, rodillas y manos a menudo se denominan quistes ganglionares. Un golpe o la presión ejercida pueden provocar la creación de dichos quistes. En la mayoría de los casos, se requieren cirugías con anestesia local. El área afectada del paciente se adormece y, posteriormente, el cirujano realiza un pequeño corte para extirpar el quiste. Esto puede dejar una cicatriz cuyo tamaño depende del tamaño del quiste.