Los quistes sebáceos son afecciones benignas comunes de la piel, que contienen material líquido o semilíquido. Estos quistes se desarrollan como resultado de una disfunción de las glándulas sebáceas, en donde la misma o sus conductos se bloquean o se interrumpen. Esto ocurre frecuentemente debido a un trauma en la superficie de la piel. Un quiste pequeño y no infectado es típicamente indoloro y de crecimiento lento. El Dr. Chanu Dasari, especialista experimentado en la eliminación de quistes sebáceos, puede identificarlos con precisión y ofrecer tratamientos mínimamente invasivos de alta calidad. A lo largo de los años, el Dr. Dasari ha tratado numerosos quistes complejos con tasas de éxito extraordinarias.

Los signos y síntomas dependen del tamaño del quiste sebáceo, la infección superpuesta y la región de la piel afectada. Un quiste sebáceo pequeño, no infectado e indoloro puede no ser notorio.

Los signos y síntomas comunes del quiste sebáceo incluyen:

• Bulto pequeño, blando y redondo bajo la piel, usualmente en la cara, cuero cabelludo, oreja, tronco o ingle
• Descarga grisácea y maloliente proveniente del quiste
• Dolor y sensibilidad en quistes inflamados o infectados
• Hinchazón y enrojecimiento en el área circundante
• Fiebre alta

Un quiste sebáceo se presenta como una condición benigna e indolora de la piel, pero puede infectarse y volverse doloroso rápidamente. El quiste debe ser tratado adecuadamente o extirpado quirúrgicamente para aliviar los síntomas, prevenir complicaciones infecciosas y recurrencias.

Ocasionalmente, un quiste sebáceo puede volverse canceroso. Es importante ver a un especialista de inmediato si nota los siguientes signos inusuales y posiblemente cancerosos.

• Un quiste de crecimiento rápido con un diámetro mayor a 5 cm.
• Recurrencia rápida después de la extirpación quirúrgica
• Quistes infectados; área de piel afiebrada y enrojecida, con drenaje de pus

Mientras tanto, evite reventar su quiste. Su médico puede cuidar de su quiste con el menor riesgo de infección y cicatrización.

Existen dos enfoques principales que su médico puede utilizar para tratar un quiste sebáceo: drenarlo o extirparlo quirúrgicamente. Con frecuencia, los quistes benignos se eliminan por razones estéticas. La opción terapéutica más recomendable implica la extirpación del quiste mediante un procedimiento de escisión o incisión, junto con la eliminación completa de la pared quística a través de la apertura quirúrgica. Si la pared del quiste no se extirpa en su totalidad, existe el riesgo de recurrencia. Para minimizar la cicatrización, se recomienda optar por técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas.

La incisión y drenaje (I&D) es una técnica que deja cicatrices mínimas, pero conlleva el riesgo de reaparición del quiste. Este procedimiento se suele realizar en quistes inflamados. Por otro lado, los quistes infectados generalmente requieren una extirpación completa.

La escisión convencional amplia permite eliminar el quiste en su totalidad, pero puede dejar una cicatriz notable.

En cambio, escisión mínima se centra en extirpar los componentes del quiste con el objetivo de reducir al máximo la cicatrización y prevenir su recurrencia.